Para pensarlo...

Si supiéramos que el Dios de lo imposible estará a nuestro lado para ayudarnos cuando nuestras capacidades humanas falten, estaríamos dispuestos a tomar retos mayores. Pues la realidad es que él está allí, por eso cada día aspiramos a hacer proyectos cada día más grandes.

Es hora de utilizar estas disciplinas aplicándolo a nuestra misión, Dios nos ha dado suficiente sabiduría para no caer en los errores del mal uso que el mundo secular le ha dado. Si poner en práctica estos conocimientos nos hará ser más efectivos en el arte de planificar y comunicar la solución para el hombre, seguramente estaremos cumpliendo el plan de Dios.
Nosotros mejor que nadie estamos convencidos de la utilidad de nuestro producto, deberemos buscar los objetivos en la publicidad que están directamente relacionados con el nuestro cliente tanto dentro como fuera de la iglesia y su reacción ante el mensaje, no importa los medios o tiempo que usemos. Siempre buscaremos informar sobre nuestro producto, demostrar sus capacidades, despertar la necesidad de adquirirlo y convencer a la decisión por obtenerlo. Para ello será necesario tener en cuenta el comportamiento de nuestro producto durante ciclo de vida que es una forma de analizar percepción de la audiencia y las formas como tratamos sus diferentes fases nos dará mejores resultados.
El Salmista dijo: “Yo publicaré tu gloria”, Salmo 145:6. Si estamos concientes que el mejor producto jamás diseñado para la humanidad está en nuestras manos, y que el diseñador por excelencia consideró nuestro servicio para llevarlo a quienes lo necesitan, invirtamos tiempo en la búsqueda de formas de anunciarlo.
En nuestro caminar encontraremos dificultades y posiblemente fracasos. Pero es importante recordar el momento en que una persona recibe el llamado a la salvación, verlo correr por un pasillo de la iglesia y caer de rodillas llorando al encontrarse con el poder perdonador de Dios. Si esta visión produce pasión por nuestro producto, debemos buscar cuantas maneras creativas emanen de la inspiración divina para que este escenario se repita con más frecuencia.

Seamos buenos vendedores de nuestro producto. La comisión ya ha sido ganada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El producto debe obececer a la demanda del mercado...
Y debe ser atractivo, novedoso y espectacular para que eso pase...
Que mejor que cada miembro demuestre las virtudes de vuestra iglesia...
Atracción no promoción es la clave...
llevar a esos niveles tu producto es devaluarlo, junto a los productos para adelgazar o las ventajas de usar un auto nuevo...
¡Que patetico!

Anónimo dijo...

El producto debe obececer a la demanda del mercado...
Y debe ser atractivo, novedoso y espectacular para que eso pase...
Que mejor que cada miembro demuestre las virtudes de vuestra iglesia...
Atracción no promoción es la clave...
llevar a esos niveles tu producto es devaluarlo, junto a los productos para adelgazar o las ventajas de usar un auto nuevo...
¡Que patetico!
lo dijo navawan

Anónimo dijo...

Que buen sitio, pasaré por aquí muy a menudo, y aque ewstpy empezando un proyecto de comunicaciones y medios en la iglesia. Hermano un saludo desde Cali - Colombia, y gracias por bendecir así el Cuerpo de Cristo, es mas, si no es mucha molestia y cuando tengas un tiempito, podrías visitar mi blog (esta nuevito) y darme consejos de como llevarlo bien... www.planoriginal.net

Gracias.

lucasan

Anónimo dijo...

Respecto a la persona que esribió:
"Atracción no promoción es la clave..."
Creo que estás rotundamente equivocado y lo más seguro es que no has entendido mucho de lo que se plantea en este blog...
... Para atraer debes comunicar algo y para comunicar debes hablar, decir, entregar, de alguna manera lo que tienes.
Aunque suene fuerte para algunos lo que hacen los pastores de iglesias cuando predican es "propaganda" ya que están dando a conocer ideales, valores, doctrinas... Estoy de acuerdo con el atraer pero complementado con el cominicar todo respaldado por vidas consecuentes y conversiones reales.